La denominación naíf, naif o naïf (del francés naïf, 'ingenuo') se aplica a la corriente artística caracterizada por la ingenuidad y espontaneidad, el autodidactismo de los artistas, los colores brillantes y contrastados y la interpretación libre de la perspectiva o incluso la ausencia de ella. Se formaliza en una graciosa falta de conocimientos técnicos y teóricos. En algunos casos suele faltar un ajustado criterio de las proporciones o un elaborado trabajo cromático, en la que los autores pintan lo que ellos desean o les parece más adecuado sin atenerse a ninguna norma.