(Santa Clara, Cuba, 1972). Graduada de Letras en 1999 en la Universidad Central «Marta Abreu», de las Villas. Se ha desempeñado como docente de antropología cultural, así como investigadora de cultura popular y de artes visuales en varias instituciones de su ciudad natal. Es una artista a la cual forzadamente le ajusta el cerrado término de autodidacta y menos aún el de naíf. Vinculada en su adolescencia a la danza y extraviada luego en las aulas de una facultad de medicina, el continuo y muchas veces agónico regreso a su naturaleza de artista comenzó en otras aulas. Allí, estudiando filología hispánica, comenzó a descubrir su verdadera vocación mientras investigaba el vínculo entre la poesía y la imagen visual creada por poetas y pintores populares del centro de Cuba de la primera mitad del siglo XX.
Tres décadas después ha logrado dar a sus obras una estética carente de estridencias, pretensiones o refinamientos, limitándose a unos pocos procedimientos artesanales con ocasionales incursiones en lo propiamente pictórico. Semejante a un personaje mítico que por error o maravilla habita la ciudad, sus obras son casi desconocidas o desdeñadas por la mayoría de los críticos, creadores y consumidores de un arte formalizado. Sin embargo, esta modesta, pero excepcional artista tiene el escaso don de reinterpretar a los clásicos -o lo clásico que es ya más importante-, e incluso congeniar lo ornamental y lo expresivo como indagatoria respuesta al torbellino vivencial desde el cual ha emergido como mujer, madre, intelectual y artista con una obra callada y marginal, pero plena de metáforas desde la alteridad.